San Lorenzo se quedó sin alegrías hasta que termine el año, se quedó sin festejos y sin nafta. El equipo perdió las semifinales de la Copa Argentina (esta copa maldita que hasta parece que nos tiene bronca porque nunca se nos dió) contra Defensa y Justicia por un 1-0.
Los dirigidos por Rubén Darío Insúa se quedaron sin energías para jugar y ahora también para festejar. Un partido que fue un poco más de lo mismo, el equipo no supo aprovechar las 4 que tuvo durante el primer tiempo y por una suma de errores vino el primer y único gol del partido. San Lorenzo no merecía irse abajo en el marcador al término del primer tiempo,
Luego, en el segundo tiempo, con el marcador en contra el equipo volvió hacer lo mismo de siempre, hasta por momentos parece que es un loop constante. No se animó a atacar, no pateó al arco y los últimos 5’ se acordó que está perdiendo el partido y tiene que salir a intentar empatar pero tarde, con los cambios tarde y nunca desarmando la línea de 5.. Defensa y Justicia terminó siendo superior desde el juego y eso lo pudo llevar a concretar la victoria.
San Lorenzo llegó hasta un punto final que fue este, el cachetazo final para caer en la verdadera realidad del club, en que es un equipo sin peso en ninguna competencia, sin refuerzos, sin dirigentes, con un técnico que durante mucho tiempo fue terco y orgulloso y unos jugadores que no estuvieron a la altura de la circunstancia (una semifinal con un club grande en una copa nacional) ¿Por qué digo un técnico orgulloso? Porque nunca pudo terminar de adaptarse (en este semestre) a lo que tenía como sí lo hicieron otros técnicos del fútbol argentino, con esto no estoy pidiendo la cabeza del Gallego, tampoco que se vaya ni mucho menos. Únicamente estoy marcando que él también tuvo errores para terminar como terminamos, que él (con todo su cuerpo técnico) tienen un grado de responsabilidad al igual que los jugadores que conforman el plantel. Porque el planteo que se hizo ayer del partido es el mismo que no venía funcionando hace 20 partidos, el mismo que nos hizo bajar tanto el nivel y el mismo que, como nos jugó a favor, hoy nos jugó en contra. Dicho esto, recordemos que la mayor responsabilidad de esta realidad del club la tienen los dirigentes.
Capaz que este siempre fue el nivel que tuvo el equipo, capaz lo sucedido en el primer semestre fue un acelerador que nos permitió terminar el año como lo terminamos (dentro de una copa internacional) No lo se y nunca lo vamos a saber porque son todas suposiciones que terminan siendo contrafácticas a la realidad actual del club.
Ahora queda esperar que termine este año que, no terminó siendo completamente malo pero tampoco completamente bueno. Sobre todo por este último semestre donde te quedaste afuera de la Copa de la Liga Profesional y afuera de la Copa Argentina mostrando un nivel muy bajo. Que termine ya mismo el año para que los jugadores puedan cambiar el chip, puedan renovar energías y esperanzas para afrontar el año que viene de la mejor manera posible.
Queda clarísimo que Rubén Darío Insúa tiene que seguir al mando del equipo pero hay muchas cosas para cambiar. Por suerte la primera es el 17 de diciembre cuando habrá nuevas autoridades al cargo del club.
San Lorenzo: Batalla; Giay, Pérez, Sanchez, Hernández, Braida; Girotti, Elías, Maroni, Barrios; Bareiro
DT: Rubén Darío Insúa.
Defensa y Justicia: Bologna; SantAnna, Malatini, Cardona, Soto; López, Alanís, Solari, Bogarín, Togni; Fernández
DT: Julio Vaccari.
Goles: 34′ S. Solari;
Cambios: 45′ I. Leguizamón ? G. Maroni; 63′ C. Auzqui ? F. Girotti; 73′ G. Ramirez ? A. Giay; 89′ N. Blandi ? G. Hernandez;
Amarillas: 45′ A. Bareiro; 64′ G. Hernandez;
Cancha: Juan Carmelo Zerillo, Lanús
Árbitro: Pablo Dóvalo
Por Lorenzo G. Driau Simari @ldriausimari_