¿Los Clubes tienen las herramientas para presionar en la baja de sueldos en su nómina de jugadores?
Desde iniciado el parate del fútbol (algunas horas antes de estrenado el aislamiento social, preventivo y obligatorio del país), los dirigentes del fútbol argentino empezaron a reflexionar sobre los números de sus clubes.
Esos números, que ya venían sobrecalentados por las severas devaluaciones que sufrió la Argentina en los últimos años. Debido que la mayoría de sus ingresos más genuinos son percibidos en pesos, y con contratos de fútbolistas dolarizados (cuando no se debían pagar en dólar-billete directamente) la ecuación era cada vez más difícil de igualar.
Las voces empezaron a escucharse en Europa (lugar donde el virus pegó antes): La Serie A, la Bundesliga, el fútbol suizo, e inclusive la liga australiana (?) empezaron a dar su opinión; luego la mismísima FIFA se encargó de bajar su línea de pensamiento: La reducción de los sueldos de los futbolistas será un hecho, que sólo parece necesitar la determinación para tomar la decisión en forma definitiva.
El fútbol local también empezó realizar dicho análisis; la bruja Verón (presidente de Estudiantes) y Carlos Rosales (protesorero de San Lorenzo) iniciaron el debate en Argentina. En las últimas horas también se sumó el presidente de la AFA, Chiqui Tapia. Incluso si uno analiza los RT de la cuenta de twitter del presidente de San Lorenzo (novedoso sistema para evaluar los pensamientos y acciones a tomar por la cabeza del Club) todo va en la misma dirección.
Todos hacen hincapié en proteger a los empleado del Club, por sobre los futbolistas, sobreentendiendo que sus salarios (en su mayoría) acomodados, tienen la posibilidad de ser recortados.
¿Cómo pueden los Clubes de fútbol realizar dicho recorte?
Por ejemplo en el caso de San Lorenzo, se debe considerar que no todos los jugadores cobran sueldos “altos” y algunos de sus contratos pueden estar más cercanos a los valores de lo que percibe un empleado administrativo a lo que cobran las figuras del plantel. Pero cabe destacar que los doce jugadores “mas caros” de San Lorenzo representan entre el 80%-90% de la nómina de pagos que debe afrontar el Club mes a mes.
Mientras los controles de la SuperLiga Argentina de Fútbol estaban vigentes, los planteles no podían demorar en cobrar sus sueldos más de 45 días. Eso significa que mientras existía la SAF, los clubes del fútbol argentino sólo podían tener 45 días de retraso en el pago de haberes a sus futbolistas. Por ejemplo, siendo hoy finales de marzo, todos los planteles deben tener cobrado los sueldos de enero (y en 15 días deberán depositar los haberes de febrero).
Esta seguridad brindada a los jugadores, era un arma para sus propios Clubes. Por ejemplo, en el caso de los jugadores que no eran tenidos en cuenta por la dirigencia-entrenadores, la vieja-escuela-AFA indicaba que no se les pagara más los sueldos para presionarlos a irse de esos clubes. Y una vez que se fueran, negociar la forma de cobrar la deuda total.
Pero en el formato SAF, los jugadores que no son tenidos en cuenta, deben (naturalmente) cobrar a la par de sus compañeros. Cosa que está perfectamente estipulada, y hace que la dirigencia sea presa sus malas decisiones al incorporar jugadores. Ese sería el caso de los colgados en San Lorenzo.
Esta discusión recién está iniciándose. E inclusive, ya se sabe que en el mes de abril ingresará el dinero correspondiente a la televisión, (11 millones de pesos mensuales). Pero la manera en que se puedan sostener los clubes a través de esta pandemia dependerá de lo que se reclame hacia los jugadores, Agremiados y al mismo Estado (o AFIP) mediante la AFA como casa madre del fútbol y no desde cada club independientemente.