Estamos bien pero vamos mal. Creo que así se resume nuestro paso por la actual Copa Libertadores.
Con una victoria de visitante ante el equipo más flojo, una derrota de local contra el puntero (donde se mereció más) y una derrota faltando sólo 3 minutos del final en Brasil, hace que San Lorenzo no tenga mucho más margen de acción en los próximos 3 partidos definitorios.
Ganar al San Pablo de local, empatar en Brasil y golear al Danubio en el Nuevo Gasómetro suena a fórmula mágica. Posible pero difícil de conseguir.
Por otro lado, en el doméstico estamos bien. Volviendo a la senda del gol y de las victorias.
A mi entender, la rotación deberá priorizar la Copa (pensando que el campeonato es largo) para asegurar una dificil (pero no imposible) clasificación,